La falta de relevo generacional en el campo y la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria son dos de los principales desafíos que atraviesa el sector agropecuario, por lo cual desde el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) proponen el uso de las nuevas tecnologías como instrumentos con los que el productor pueda “tomar decisiones en base a datos”.
“Necesitamos que los jóvenes sepan que hay un futuro en la agricultura, si no no estaríamos acá y costaría mucho defender nuestras ideas. Lo que hacemos es vincular el hub tecnológico con las futuras generaciones“, enfatizó el director general del IICA, Manuel Otero, en diálogo con Clarín.
En el marco del programa IICA de Puertas Abiertas, impulsado por el organismo especializado en agricultura y desarrollo territorial, es posible conocer de primera mano una serie de innovaciones tecnológicas y acciones que promueven la sostenibilidad agropecuaria en América Latina y el Caribe (ALC).
Consultado por este diario acerca de qué posibilidades tiene la Argentina en el sector agropecuario, Otero respondió: “Es uno de los países que tiene mayor stock de tecnología y que por una selección darwiniana de anti agro, con la idea de que son oligarcas y terratenientes, se ha generado una raza de productor agropecuario que va para adelante”.
“Con todos los problemas, las regulaciones, los obstáculos, ellos van para adelante. Argentina es un país que tiene un futuro increíble ligado a la bioeconomía, a la economía circular. Es un diamante en bruto en cuanto al sector agropecuario. Si hubieras políticas de Estado sería 10 veces más de lo que es“, puntualizó.
A pesar de las potencialidades del país, la “inestabilidad política” se observa como el principal obstáculo para el crecimiento del sector, siendo un ejemplo de esto la decisión del gobierno de Javier Milei de eliminar los ministerios de Agricultura y Ambiente para convertirlos en secretarías.
“La misión fundamental del IICA es generar bienes públicos para fortalecer el diseño de políticas públicas y que eso que genere progreso y paz social en las zonas rurales. Hay países más receptivos y hay países menos receptivos. En la cooperación técnica, nosotros trabajamos en el largo plazo y tratamos de evitar las peleas coyunturales“, resumió Otero.
La aclaración del director general del organismo responde a la consulta de Clarín respecto de qué dificultades se plantean cuando los gobiernos niegan el cambio climático, mientras que el instituto advierte sobre la necesidad de impulsar una agricultura sostenible que no sólo ponga el foco en la producción sino también en el cuidado del suelo.
“Si un país, no distingo, no nos quiere escuchar o no es afín a nuestra propuesta…Bueno, uno conecta el piloto automático porque sabe que una pelea con un país es complicada. Nosotros estamos permanentemente generando marcos conceptuales, pero está en ellos ver cómo capitalizan todo eso. Los gobiernos nos hacen pedidos y nosotros tenemos que ver la mejor manera de ayudarlos, siempre con agendas positivas dentro de la filosofía de la transformación del sector agroalimentario”, argumentó.
En la misma línea, el director del Instituto de Sistemas Agroalimentarios de la Universidad de Nottingham, Jack Bobo, planteó que la falta de reglas claras puede “socavar la confianza” y generar complicaciones en materia de inversiones en el sector agrícola en la Argentina.
“Es un riesgo para la agricultura argentina porque los socios comerciales esperan que haya una agencia de protección ambiental en Argentina y entonces esto podría socavar la confianza en las exportaciones y también con el consumidor”, enfatizó ante la consulta de este diario.
Durante un encuentro virtual con la prensa, Jack Bobo planteó una visión disruptiva respecto de cómo evolucionará el problema de alimentar a la población mundial en las próximas décadas. Para el reconocido académico, a partir de 2050 la población decaerá, por lo que solo es necesario llegar hasta esa fecha sin terminar de destruir los recursos naturales del planeta.
Simuladores, robótica y drones: cómo es el innovador espacio creado para promover el desarrollo del campo
“Sin comida no hay vida. Hay que hacerlo visible”, reza uno de los múltiples mensajes que se pueden leer en la pizarra del Centro de Interpretación del Mañana de la Agricultura (Cimag), ubicado en la ciudad de San José, capital de Costa Rica, que a fines de 2024 tiene previsto superar los 15.000 visitantes anuales.
Mediante el Cimag, el organismo regional propone visitar un espacio educativo que busca mostrar de manera didáctica y lúdica las nuevas tecnologías disponibles para la agricultura global. Además, se propone plantear cómo se pueden utilizar para hacer frente a los nuevos desafíos de los productores, en especial los ambientales y climáticos.
Dentro de las experiencias que ofrece el Centro, que cuenta con el apoyo de empresas como Microsoft y Bayer, se encuentra la posibilidad de manejar drones, que funcionan como una herramienta clave en las innovaciones del sector, ya que en muchos casos es utilizado para controlar el estado de las plantaciones o fumigar con precisión. También es posible interactuar con aplicaciones que brindan información satelital, por ejemplo sobre la sequía que atravesará determinada región, al igual que experimentar la sensación de cosechar mediante el uso de un simulador.
“Este es un espacio que no solo irradia tecnología, sino que irradia mucho aprendizaje. Las personas que vienen acá aprenden y nosotros también aprendemos de ellos. Se hace una dinámica muy interesante”, destacó el gerente de Tecnologías de Información y Agricultura Digital del IICA, Emmanuel Picado.
Si bien el centro fue inaugurado en 2018, debió cerrar sus puertas durante la pandemia de coronavirus y volvió recibir visitantes a partir de 2021. Fue montado con el aporte de varias empresas, entre ellas Lego, la tradicional fábrica de bloques de construcción que permiten darle vida a pequeños robots que cumplen múltiples funciones.
En el Cimag también es posible experimentar con un juego elaborado por Microsoft, inspirado en el popular Minecraft, donde los visitantes deben cultivar plantaciones y asegurarse de que se produzca la polinización, entre múltiples tareas a desarrollar para la construcción de ciudades ecológicas con energías renovables.
El objetivo es hacer entretenida la experiencia para despertar en los más jóvenes el interés en el mundo de la agricultura y acercar los avances tecnológicos que se encuentran disponibles para el sector.
“Se trata de una propuesta que une la educación con el futuro y el sector agro. La idea es promover el interés por la agricultura”, destacó Emmanuel Picado, quien indicó que el IICA cuenta con un programa de formación en línea llamado AgriSTEAM que busca capacitar a estudiantes de zonas rurales de manera gratuita en el uso de la tecnología que permitirá la transformación digital en el sector agroalimentario.
Además, el Cimag alberga la competencia de la Olimpiada Nacional de Robótica, que está dirigida a jóvenes costarricenses. El último evento reunió a más de mil participantes de entre 7 y 19 años provenientes de colegios públicos y privados de todo el país, cuyos 6 equipos ganadores viajarán el próximo mes de diciembre a Turquía para competir por ser la mejor propuesta mundial en materia de desarrollos tecnológicos agrarios.
¿En qué proyectos participó el IICA en la Argentina?
En enero de 2024, el IICA acordó colaborar con el país en en iniciativas que favorezcan el crecimiento de la bioeconomía, en el entendimiento compartido de que “representa una gran oportunidad para el desarrollo en armonía con el ambiente”. Así lo habían acordado con el ahora exsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Fernando Vilella, quien a mediados de julio fue reemplazado en el cargo por Sergio Iraeta, quien se había desempeñado como subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal.
A mediados del pasado mes de septiembre, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación lanzó junto al IICA un taller para brindar información acerca de la prevención y manejo de la Chicharrita de Maíz.
“El objetivo central fue establecer mecanismos de colaboración entre diferentes actores y fortalecer la capacidad de intercambio de datos e informaciones vinculadas a la prevención y mitigación de los efectos causados por la ‘Chicharrita del Maíz’ en la campaña 2024/25”, indicaron en un comunicado.
En el marco de impulsar una agricultura sostenible y resiliente en la región, una zona del mundo sin conflictos armados, el IICA también brinda su asesoramiento a un grupo de productores de café en la principal región cafetalera costarricense, Los Santos, quienes obtienen precios más altos por su producción gracias a prácticas sustentables.
Según indicaron los propios productores Ivan Solís (Solís & Cordero S.A) y Ricardo Calderón Madrigal (Don Cayito S.A), en Costa Rica la exportación de café “no llega al 1%” del consumo mundial.
“Por volumen no podemos competir, por eso apostamos a la calidad. Brasil y Colombia lideran”, indicó Isaac Umaña, encargado de Comunicación Corporativa de COOPETARRAZU R.L.
En su visión estratégica, el IICA estableció cuatro objetivos: aumentar las contribuciones del sector agropecuario al crecimiento económico y al desarrollo sostenible, contribuir al bienestar de todos los habitantes en los territorios rurales, mejorar el comercio internacional y regional de los países de la región y aumentar la resiliencia de los territorios rurales y los sistemas agroalimentarios a los eventos extremos.
D.D.
